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Toda obra de arte es hija de su tiempo, muchas veces es madre de nuestros sentimientos.
Nuestra alma, que después de un largo periodo materialista se encuentra aún en los comienzos del despertar, contiene gérmenes de la desesperación, de la falta de fe, de la falta de meta y de sentido. Todavía no ha pasado la pesadilla de las ideas materialistas que convirtieron la vida del universo en un penoso juego si sentido.
Hacia donde se dirige esta vida?. Hacia donde clama el alma del artista, si también participó en la creación?. Que proclama?. “Enviar luz a las profundidades del corazón humano es la misión del artista”, dice Schumann. “El pintor es un hombre que lo sabe dibujar y pintar todo”, dice Tolstoi.
La vida espiritual, a la que también pertenece el arte y de la que el arte es uno más de sus más poderosos agentes, es un movimiento complejo pero determinado, traducible a términos simples, que conduce hacia delante y hacia arriba. Este movimiento es el del conocimiento. Puede adoptar diversas formas, pero en el fondo conserva siempre el mismo sentido interior, el mismo fin…
Si paseamos los ojos por una paleta llena de colores obtendremos dos resultados: 1. Un efecto puramente físico: el ojo queda fascinado por la belleza y las calidades del color. El espectador tiene una sensación de satisfacción, de alegría… el ojo se excita, como el paladar con un manjar picante. Luego se sosiega o enfría, como el dedo cuando toca un hielo. Se trata pues de sensaciones físicas, que, como tales, son de corta duración. También son superficiales y no dejan una impresión permanente cuando el alma está cerrada. E igual que la sensación física del hielo, si penetra más adentro despierta sensaciones más profundas y puede provocar toda una serie de vivencias psicológicas, así la impresión superficial del color se puede convertir en una vivencia…A medida que se desarrolla el ser humano, se amplía el círculo de las cualidades que encierra en sí diferentes objetos y seres. Cuando se alcanza un alto grado de desarrollo de la sensibilidad, los objetos y los seres adquieren un valor interior y, finalmente, un sonido interior…2. El segundo resultado principal de la contemplación del color, es decir, el efecto psicológico producido por éste. Aquí parece la fuerza psicológica del color, que provoca una vibración anímica. La fuerza física elemental es la vía por la que el color llega al alma…
En general el color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es la tecla. El ojo el macillo. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana. La armonía de los colores debe basarse únicamente en el principio de la necesidad interior.
El sonido musical tiene acceso directo al alma. Inmediatamente encuentra en ella su resonancia porque el hombre “lleva la música en si mismo” (Goethe).
La necesidad interior nace de tres causas místicas y está constituido por tres necesidades míticas: 1. Todo artista, como creador, ha de expresar lo que le es propio (elemento de la personalidad). 2. Todo artista, como hijo de su época ha de expresar lo que les es propio de esa época. 3. Todo artista, como servidor del arte, ha de expresar lo que le es propio al arte en general (elemento de lo pura y eternamente artístico que pervive en todos los hombres, pueblos, épocas, se manifiesta en las obras de arte de cada artista, de cada nación y de cada época y que, como elemento principal del arte, no conoce ni el espacio ni el tiempo).
El efecto de la necesidad interior y, en consecuencia, la evolución del arte, son una expresión progresiva de lo eterno-objetivo en lo temporal-subjetivo.
Los seis colores que forman por parejas tres grandes antinomias, configuran un gran círculo…a su izquierda y a su derecha se abren las dos grandes posibilidades de silencio: la muerte y el nacimiento.
La verdadera obra de arte nace misteriosamente del artista por vía mística. Separada de él, adquiere vida propia, se convierte en una personalidad, un sujeto independiente que respira individualmente y que tiene una vida material real…la obra de arte vive y actúa, colabora e la creación de la atmosfera espiritual.
La pintura es un arte, y el arte, en su aspecto global, no es una creación inútil de objetos que se deshacen en el vacío sino una fuerza útil que sirve al desarrollo y a la sensibilización del alma humana.
En primer lugar, el artista ha de intentar transformar la situación reconociendo su deber frente al arte y frente a sí mismo, y considerarse no como señor de la situación sino como servidor de designios más altos cuyos deberes son precisos, grandes y sagrados…El artista debe tener algo que decir porque su deber no es dominar la forma sino adecuarla al contenido.
Bello es lo que brota de la necesidad anímica interior. Bello es lo que es interiormente bello.
Maeterlink, uno de los paladines, y uno de los primeros compositores anímicos del arte moderno que producirá el arte de mañana, dice: “No hay nada sobre la tierra que tienda con tanta fuerza a la belleza y se embellezca con tanta facilidad que el alma…Por eso muy pocas almas se resisten en la tierra a un alma que se entrega a la belleza.

Vasili Kandinsky. De lo espiritual en el arte. Ed. Paidós Ibérica, S.A. Mariano Cubí, 92, 08021. Barcelona. 1996


Sobre la cuestión de la forma
Las diferentes opciones artísticas de cualquier época son fundadas y fecundas si han surgido verdaderamente de la estricta necesidad interior, si se han creado co arreglo a aquella fuerza espiritual que guía a todo verdadero artista.
La cuestión de la forma es así una cuestión errónea ya que lo esencial es que la forma nazca de una necesidad interior, es decir, se organicen para dar cuenta de ese mismo contenido de una manera eficaz.
“Solo subsisten las creaciones auténticas del arte, aquellas que poseen un alma (contenido) en su cuerpo (forma)…El mundo está lleno de resonancias. Constituye un cosmos de seres que ejercen una acción espiritual. La materia muerta es espíritu vivo.

La pintura como arte puro
La forma de la obra de arte es la expresión material del contenido abstracto. La belleza es la relación del contenido con la forma, es decir, la relación entre la obra y la emoción que origina en el artista, o la emoción que ella engendra en el espectador.
La obra es pues la forma material exterior que posibilita la comunicación del contenido inmaterial, el lenguaje de alma a alma que habla de emoción.
Asistimos pues a la espiritualización de la estética. La pintura, en tanto que arte puro es un arte en el que el elemento espiritual se separa del elemento corporal y se desarrolla de manera independiente.
Dos son los elementos que constituyen la obra de arte el elemento interior y el elemento exterior.
El elemento interior, creado por la vibración del alma, es el contenido de la obra. No puede existir ninguna obra sin contenido.
Para que el contenido, que vive en principio “de una forma abstracta”, se convierta en una obra, es preciso que el segundo elemento _el elemento exterior_ contribuya a su materialización. Por esta razón el contenido aspira aun medio de expresión, a una forma “material”.
La obra es de este modo la fusión inevitable e indisoluble del elemento interior y el elemento exterior, es decir, del contenido y de la forma.
De la misma forma que la palabra no determina el concepto, sino el concepto la palabra, el contenido determina la forma: la forma es la expresión material del contenido abstracto.
La libertad se expresa en el esfuerzo del espíritu para liberarse de las formas que ya han cumplido su papel _formas antiguas_ y para crear otras nuevas, infinitamente diversas.
Esta libertad aparentemente total y la intervención del espíritu se deben a que empezamos a sentir el espíritu, la resonancia interior en cada cosa. Al mismo tiempo, esta capacidad que empezamos a poseer produce un fruto más maduro, gracias a la libertad aparentemente total y a la imaginación del espíritu.
Las formas que el espíritu extrae del arsenal de materiales disponibles se ordenan fácilmente alrededor de dos polos: 1. La gran abstracción y 2. El gran realismo… Entre estos dos polos abren dos vías que conducen finalmente había un único fin.
Entre estos dos polos se sitúan las numerosas combinaciones de lo abstracto y lo real, con sus diferentes correspondencias.
Estos dos elementos han existido siempre en arte, debiendo designarse uno de ellos como “puramente estético”, y el otro como “objetivo”. El primero se expresaba en el segundo, mientras que el segundo se hallaba subordinado al primero. Había de llegarse a una dosificación variable que se esforzase exteriormente por alcanzar la cima del ideal en un equilibrio absoluto.
El elemento “estético” reducido al mínimo debe ser reconocido como el elemento abstracto más poderoso.
Observamos pues, en resumidas cuentas, que aunque en el gran realismo el elemento real aparece como ostensiblemente importante y el elemento abstracto como ostensiblemente débil _relación que parece inversa en la gran abstracción_, en el fondo estos dos polos son equivalentes, es decir, con respecto al objetivo buscado. Realismo = Abstracción. Abstracción = Realismo.

Ayer, hoy y mañana
La dinámica de la creación pictórica a partir de dos parejas de movimientos evolutivos opuestos: Al nivel de los medios, se distinguen el movimiento analítico, que consiste en aislar los diferentes materiales: esencialmente los colores y las formas; y el movimiento sintético, que aborda el problema de la combinación armónica de estos medios: la composición pictórica. Al nivel de la demanda, se oponen el movimiento materialista “que aparentemente llega a sus últimas consecuencias” y el movimiento espiritual destinado a tomar el relevo y que fortalece su expansión.
A todo ellos se une una tercera pareja, que une la progresión lógica, ligada al problema de la materialización del contenido, y la progresión intuitiva, ligada al propio contenido.
Pero todas estas oposiciones convergen y esta convergencia es la que determina la riqueza de la creación artística, que se fortalece gracias a su dinámica.

Arte abstracto
La conversión de los valores: El punto de vista se desplaza de lo exterior hacia lo interior, de lo material hacia lo espiritual….y lo material conservará, sin embrago, el significado que le corresponde.
La valoración interior del elemento formal en el sentido más amplio… vuelve vivas las obras de arte abstractas.
El arte abstracto maduró a través de un análisis metódico del material exterior del arte. De ello se encargaron el impresionismo, el neoimpresionismo y el cubismo. En lo sucesivo, puede hacerse el análisis del valor interior de estos medios del arte. Es la tarea del arte abstracto.
Los grandes problemas de nuestra época, que son también los del Arte Nuevo, podrán resolverse con un estudio preciso de los medios exteriores y de su valor interior: son los problemas del arte sintético y de la ciencia estética, del contenido y de la forma…
…”Los problemas del arte”: 1. El problema de los elementos de las diferentes artes, donde conviene distinguir los elementos fundamentales de los que son accesorios; 2. El problema de la aplicación de los elementos, aplicación que puede ser todavía puramente experimental sin tener en cuenta la pulsación viva de la obra: problema de la construcción; 3. El problema de la subordinación de los elementos y de la construcción a la ley enigmática de esta pulsación: problema de la composición.
En pintura, por ejemplo, mientras se sigan colgando los elementos pictóricos en el andamiaje de las formas naturales, la resonancia secundaria será inevitable y, en consecuencia, no se podrá descubrir la ley pura de la construcción pictórica. El problema de la composición se queda rodeado entonces de tinieblas más densas, y el camino que conduce al “nervus rerum” permanece impracticable…

Vasili Kandinsky. La gramática de la creación. El futuro de la pintura. Ed. Paidós Ibérica, S.A. Av. Diagonal, 662-664-08034 Barcelona. 2009
 
 
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VASILY KANDINSKY 1866-1944
140*140. Óleo sobre tela
ALGUNOS CÍRCULOS 1928

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